El presidente de la Diputación de Castellón, Javier Moliner, anunció ayer que el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) ha estimado la demanda que presentó hace un año esta institución, al declarar nulos los decretos de la Generalitat valenciana sobre la coordinación de diputaciones en materia de deporte y turismo.

Se trata de dos normativas que generaron una intensa polémica entre ambas administraciones públicas, por entender la Diputación que su contenido implicaba una injerencia en sus competencias sin aportar recursos económicos, mientras que la Generalitat defendía la necesidad de coordinar en mayor medida las políticas de ambos ámbitos.

Ahora, los magistrados de la sección quinta de la sala de lo contencioso administrativo del TSJ dan la razón a la Diputación castellonense --la de Alicante también presentó sus recursos, pero lo hizo más tarde-- y, además de declarar la nulidad de los textos legales por su «falta de conformidad a derecho», condenan al Consell al pago de las costas procesales, un total de 6.000 euros, a razón de 3.000 por proceso, según recoge el texto del fallo.

satisfacción // Javier Moliner mostró su satisfacción porque «ha triunfado el sentido común», y dijo que «la Generalitat valenciana hizo los decretos de turismo y deportes para ejercer el poder e invadir competencias», al tiempo que quiso resaltar que ambas normativas no tienen su origen «en ninguna queja de una entidad turística o deportiva». Por el contrario, desde el punto de vista del presidente de la Diputación de Castellón, la intención del Consell era «solo conseguir laminar a las diputaciones».

Añadió que «el David ha vencido a Goliat, aunque no se trata de que la Diputación ha ganado y la Generalitat ha perdido, porque quien realmente ha ganado es la sociedad de Castellón». Javier Moliner recordó que ya advirtió que «la aprobación de los decretos por parte del Consell atendía más a la necesidad de cumplir con el Pacte del Botànic, que a una necesidad real de los castellonenses». Ahora, manifestó, la Diputación tiene «el aval constitucional y, por más que les duela, la Constitución pesa más que el Pacte del Botànic», por lo que dijo que confía en que «tomen nota, asuman sus errores y trabajen desde la lealtad; no creo que sea un tema de ganadores y perdedores, porque en cualquier caso no se trata de vencer, se trata de convencer», concluyó Moliner.

voluntad de diálogo // En todo caso, tras recibir la notificación de la sentencia, ante la que cabe recurso de casación ante el Tribunal Supremo, Javier Moliner reiteró su voluntad de consenso y colaboración con la Administración autonómica, siempre que no se pretenda «imponer».

Tras avisar de que «ante las imposiciones nos va a encontrar de frente», refiriéndose a la Generalitat valenciana, aseguró igualmente que «ante el consenso y el diálogo», la Diputación estará del lado de la Administración autonómica «desde la lealtad», porque está convencido de que «Generalitat y Diputación podemos conseguir grandes cosas juntos para los castellonenses».

En este sentido, el presidente de Diputación defendió que en esta legislatura el equipo de gobierno provincial ha demostrado que no le gusta el enfrentamiento, sino «el diálogo y el consenso». Moliner reiteró el argumento de que «nunca» se han negado a la coordinación, y «siempre» han mantenido «la lealtad y el respeto institucional». Prueba de ello, aseveró, «es que durante este año la Diputación de Castellón ha llegado a acuerdos con la Generalitat en todo tipo de materias: con la vicepresidenta en materia social; con el presidente en emergencias o el plan Castellón 135, abastecimiento de agua».