Casi uno de cada cinco vecinos de la provincia vive en una zona potencialmente inundable. Lo destaca el Plan de Acción Territorial sobre prevención del Riesgo de Inundación en la Comunitat Valenciana (Patricova), después de que este fuese revisado a finales del año pasado (entró en vigor a inicios del 2003). El documento recoge que 109.307 habitantes del territorio castellonense (el 18,8% del total, según el padrón del 2012, en el que se basó el estudio) viven en zonas con riesgo de inundaciones.

Con estos datos, la memoria del Patricova recoge que “la provincia de Castellón presenta el mayor porcentaje de personas afectadas” de la Comunitat, por encima de los índices de Alicante (12,29%) y Valencia (9,74%).

La noticia la da este diario en un mes de agosto que “supera mucho la media” de precipitaciones en buena parte de la provincia, como destaca el catedrático de Climatología de la Universitat Jaume I, José Quereda. Eso sí, las tormentas de este mes no han logrado mitigar la fuerte sequía que se venía arrastrando ni pueden ser catalogadas como gota fría, puesto que este es un fenómeno muy característico en que se pueden dar precipitaciones por encima de los 100 litros por metros cuadrado (y excepcionalmente incluso de los 300) y hasta ahora las borrascas están arrojando máximos de 30 ó 40 litros por metro cuadrado en Castellón.

posibilidad de gota fría // Como todos los años por estas fechas, “entramos en el período en que se podría dar la gota fría”, señala Quereda, aunque para ello es necesario que entre una masa de aire frío a la capa alta de la atmósfera y que colisione con el aire caliente que asciende desde el mar. La alta temperatura del mar es una condición que ya se da, reconoce el responsable del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, Jorge Olcina, aunque “los pronósticos no dan este tipo de situación para las próximas dos semanas”.

Coincide Quereda, quien apunta que hoy y mañana pueden producirse precipitaciones como las del miércoles, “especialmente en las últimas horas del día”, debido a que “una masa de aire frío está sustituyendo a la tropical en la mitad norte de España y está motivando una inestabilidad atmosférica”. Así, “en función del viento de Levante” que entre del mar hacia tierra, puede haber más o menos lluvias, afirma.

A partir del domingo habrá un periodo de estabilidad, con un ligero aumento de las temperaturas, anuncia Quereda, que se mantendrá hasta final de mes. Entonces, “y sobre todo en septiembre y octubre”, es cuando se puede producir, siempre que entre la masa de aire de frío polar, el fenómeno de la gota fría.

Como esto se puede prever “con 48 horas como máximo”, hay municipios que ya trabajan para evitar problemas. En Nules, operarios del Ayuntamiento limpian los cauces de las acequias.

Y es que hasta 57 localidades de la provincia tienen zonas con riesgo de inundaciones, según el último informe del Patricova. Entre ellas destacan Almassora, Burriana, Orpesa, Vinaròs, Benicarló, Benicàssim y Peñíscola, catalogadas como de Nivel II de riesgo (de los cuatro que hay). Y sobre todo Castellón, el único municipio de la provincia registrado como zona de Nivel IV, en base a las seis categorías en que se evalúan los riesgos.

Eso sí, no toda su superficie es potencialmente inundable, ni tampoco toda su población está en riesgo. Además, de los 109.307 castellonenses que viven en áreas inundables, la mayoría (75.482) lo hace en la zona con menor riesgo atendiendo a los antecedentes. Solo 4.430 personas habitan en lugares con riesgo de inundación cada 25 años o menos. H