Partamos de una buena noticia. El mercado laboral de Castellón, pese al traspiés del último mes, lleva dos años dando síntomas claros de reactivación. La tasa de paro ha bajado al 17%, la mejor cifra desde el 2008, pero la recuperación está dejando de lado a quienes llevan más tiempo sin trabajo. Uno de cada tres lleva al menos dos años en esa situación. En total suman 14.500 de los 46.200 parados con los que la provincia despidió el 2016. Durante la crisis esta cifra se ha multiplicado, y aunque en los últimos dos años el número ha ido a menos, el desempleo de muy larga duración sigue sin estar resuelto. Y cuenta con un problema añadido. Dicen los expertos que se trata de un colectivo que precisa más ayuda para volver a trabajar, ya que las empresas prefieren contratar a quienes perdieron su puesto hace menos tiempo.

Son cifras frías. Como todas. Pero detrás de ellas se esconden los rostros de 14.500 personas que en Castellón no han tenido trabajo al menos en los dos últimos años. Son los parados de muy larga duración. De esa cantidad, y según los microdatos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del cuarto trimestre del 2016, 8.200 llevan entre dos y cuatro años en desempleo. Otros 6.300 están sin trabajo, al menos, desde finales del 2012. Preguntan, reparten currículos, hacen cursos de formación.... pero nadie les llama. El mercado laboral sigue sin tener un hueco para ellos.

Una de las características del mercado laboral de Castellón es la gran rotación en los puestos de trabajo. Cada temporada hay miles y miles de profesionales que entran y salen como zombis de las estadísticas. Un día aparecen como cotizantes. Otro como desempleados. Esa rotación amortigua los efectos de un paro que todavía sigue siendo elevado y lo hace porque se comparte tanto el empleo como el desempleo. Sin embargo, el coletivo de parados de muy larga duración ni siquiera se beneficia de este fenómeno. No encuentran trabajo, ni aunque sea un empleo para cubrir campañas con tanta demanda como la del verano o Navidad.

Pero, ¿quiénes son esas 14.500 personas que en Castellón llevan más de dos años sin empleo? La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA) acaba de hacer público un estudio en el que concluye que la mayoría de ellas presenta un perfil muy concreto: hombre, mayor de 45 años y sin estudios superiores. «Se trata, en un alto porcentaje de los casos, de personas que se han quedado en el paro tras años de trabajo en la misma empresa o en el mismo sector. Muchas han sido víctimas de expedientes de regulación y, además, no suelen tener un nivel de formación muy alto», apunta Ana María García Alcolea, secretaria de Formación y Empleo de CCOO-PV.

NECESITAN MÁS AYUDA // El grueso de los parados de muy laga duración es mayor de 45 años y no tiene estudios superiores y, además, el porcentaje de éxito que tiene el Servicio Público de Empleo (Servef en la Comunitat valenciana) a la hora de recolocar a esas personas es mínimo. «Apenas se logra en un 2% de los casos, la posición más baja de las llamadas economías desarrolladas», destaca el estudio de Fedea. Y otro apunta más. Un parado tiene que esperar de media nueve meses y medio para recibir su primer servicio oficial por parte del servicio público e incluso prácticamente uno de cada tres ha de esperar un año antes de recibir algún tipo de ayuda. “La activación tiene lugar bastante tarde y para la mayoría la intensidad de la ayuda que se proporciona es muy baja”.

Hay pocas ayudas, escasas oportunidades y eso provoca un efecto desánimo. «Es como un círculo vicioso. Pasa el tiempo, no encuentran nada y cada vez el desánimo es mayor», insiste la portavoz de Empleo de CCOO.

Pese a que la solución es compleja, sindicatos y economistas consideran que hay recetas para que quienes llevan años en el paro encuentren un empleo lo más pronto posible. Y algunas de ellas pasan por la atención individualizada y establecer unas políticas de empleo diseñadas especificamente para ese colectivo. Una especie de traje a medida.