Nada más salir del Salón de los pasos perdidos del Senado donde el pasado martes se celebró la conferencia de presidentes autonómicos, Ximo Puig aseguró que, del 1 al 10, su grado de satisfacción era un 7. El president de la Generalitat se mostraba «moderadamente optimista» con el resultado de una cumbre de la que se esperaba mucho. Y quien más esperaba era la Comunitat Valenciana, que lleva años reclamando una nueva financiación.

La sexta conferencia de presidentes fue mucho más productiva que todas las anteriores y acabó con un avance importante para la Comunitat, que logró arrancar el compromiso del Gobierno de la consecución de un nuevo modelo de financiación autonómica. Mariano Rajoy accedió a que dicho modelo se apruebe este año y, además, se aplique con efectos retroactivos a 1 de enero del 2017. ¿Qué significa eso? Que el Consell tendría prácticamente salvado este año para lograr el cumplimiento del objetivo de déficit, que tantos quebraderos de cabeza le ha traído.

Puig se trajo de Madrid una buena noticia porque garantizará la suficiencia financiera y la equidad entre los ciudadanos, pero el camino sigue estando lleno de dificultades. Ese sí de Rajoy llega acompañado de un pero, y es importante. El acuerdo alcanzado el martes en Madrid es solo un paso (el primero) en el objetivo del Consell, que es que la retroactividad se extienda cuatro años, hasta enero del 2014, fecha en la que empezó la prórroga del actual modelo de financiación autonómica. Esa reatroactividad, tan largamente reivindicada por la Generalitat valenciana, no fue aceptada, pero el president valenciano no se da por vencido y ya ha anunciado que continuará batallando por ella.

Lo que tampoco hay, al menos de momento, es la aceptación por el Estado de la parte de la deuda histórica que el Consell imputa a la injusta financiación recibida durante años y que está calculada en 16.000 millones de euros.

COMISIÓN DE EXPERTOS // Hay puntos que siguen en el aire, pero otros en los que ya hay hecha concreta. En menos de un mes se pondrá en marcha una comisión de expertos, formada por varios representantes del Gobierno y uno por cada comunidad autónoma, y coordinada por el Ministerio de Hacienda, que debe realizar los análisis necesarios para la posterior formulación de un nuevo modelo de financiación.

Logros y compromisos concretos aparte, Ximo Puig valoró el cambio de actitud del Gobierno. «La actitud del Gobierno no tiene nada que ver con el pasado: está haciendo de la necesidad virtud», dijo el deje del Consell nada más acabar la reunión. «Ese es el camino a seguir», remarcó, para agregar que incluso había visto a un ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, «absolutamente más dialogante que antes».