Las intoxicaciones alimentarias son más frecuentes en verano y el riesgo de deshidratación es también más alto. ¿Por qué? Durante las vacaciones se relajan las costumbres, nos saltamos horarios, nos llevamos la comida fuera, a veces descuidamos algunas medidas de higiene, prolongamos la sobremesa... Las altas temperaturas propias de la época favorecen el crecimiento de microorganismos en los alimentos. Además, la cadena del frío se puede romper más fácilmente.

Los datos oficiales hablan de una incidencia de las intoxicaciones por consumo de alimentos mayor en el hogar que fuera de él. Por ello es necesario revisar nuestras costumbres en casa y tomar medidas para evitar en lo posible que las bacterias peligrosas lleguen a nuestros alimentos e impedir que esas bacterias se multipliquen.

Te presentamos 10 medidas para protegerte de las intoxicaciones alimentarias:

--Extrema tu higiene personal. Lávate cuidadosamente las manos si vas al baño, si tocas animales, plantas o tierra, etc. Y siempre antes de manipular alimentos.

--Después de cocinar, refrigera la comida cuanto antes; no la dejes a temperatura ambiente, ya que es la más peligrosa.

--Si sales al campo o la playa, lleva la comida en recipientes muy limpios y herméticamente cerrados. Mantén fresca la nevera o cesta con la comida, con acumuladores o una bolsa de hielos, o refrigera con agua del mar o río.

--Las sobras de comida, a la nevera… o a la basura. Si llevan tiempo fuera, si se prolonga la sobremesa con los restos encima de la mesa, no podrás volver a comerlos.

--Deja los alimentos tapados y bien protegidos, con tapas, cubiertas de redecilla o un paño: así evitarás las visitas de los insectos, que pueden transmitir la intoxicación.

--Evita la contaminación cruzada: tablas, platos o cubiertos que hayas usado en alimentos crudos, no los utilices otra vez con los cocinados sin haberlos lavado. Usa cubiertos limpios para servir las salsas, ensaladas o guisos.

--Recalienta solo la porción que vayas a consumir.

--En la compra, deja para el final los alimentos que necesitan refrigeración y no tardes en volver a meterlos en frío.

--Ten especial cuidado con los productos con salsas, con mayonesas, con los asados y con las preparaciones que incluyen alimentos cocinados y crudos a la vez.

--Si estás en un lugar donde el agua no te ofrece garantías, tómala embotellada y sin hielo. Ten cuidado en ese caso también con las verduras frescas y los moluscos.

Si ya has caído, el remedio es la rehidratación:

Ante una intoxicación, la clave es la rehidratación. Toma suerocomprado o preparado en casa. Es fácil de elaborar: con un litro de agua, una cucharadita de sal, una cucharadita de bicarbonato sódico, dos cucharadas de azúcar y el zumo de un limón.

Recuerda que se debe ir al médico siempre que:

El afectado es un niño, un anciano o una persona de riesgo y no mejora en 12 horas; los adultos sanos pueden esperar un poco más, al menos un día.

La fiebre es más alta de 38 °C.

La diarrea o los vómitos son sanguinolentos.

Cuando cesen los vómitos, hay que ir empezando a comer algo, siguiendo una dieta blanda y astringente: arroz cocido, patata o zanahoria cocida, caldos, sopas suaves... Solo cuando esto se tolera se puede ir introduciendo alimentos más sólidos.