Vall d’Alba es una ventana abierta para disfrutar de lo mejor de la oferta turística de la provincia. Múltiples opciones para la práctica del deporte, naturaleza, tranquilidad, cultura y tradiciones, y la mejor oferta gastronómica y de restauración componen un catálogo de posibilidades enorme que hacen de Vall d’Alba una parada obligada para pasar un fin de semana o alguno de los días festivos de Semana Santa. Y todo al alcance de la mano, dado que el municipio está a muy pocos minutos de la capital de la provincia y de las mejores playas de la Costa Azahar y es, además, la puerta de acceso a las montañas del interior de Castellón. Una posición auténticamente privilegiada

El turismo es la gran apuesta de Vall d’Alba para diversificar la economía local. De ahí que en los últimos años haya desarrollado importantes infraestructuras con el fin de ofrecer los mejores servicios y comodidades a los visitantes. En este sentido, cabe destacar la calidad de los dos hoteles rurales con encanto que existen en el municipio, impulsados por el consistorio. Uno, enclavado de forma privilegiada en la cima del monte l’Albea, junto a la ermita de Sant Cristòfol, que es un balcón a toda la comarca y rodeado de naturaleza. Y el otro, Mas Blanc, junto al Polígono Industrial, incluye una amplísima oferta de instalaciones que van desde piscina y gimnasio, hasta pistas para la práctica del pádel y del tenis. Además, el municipio dispone de una extensa red de casas rurales, totalmente equipadas, para acoger a familias y grupos, para disfrutar de unos días de descanso en contacto directo con la naturaleza, especialmente indicadas para aquellas personas que buscan desconectar del estrés diario.

Asimismo, Vall d’Alba se ha convertido en uno de los municipios de la comarca con mayor oferta gastronómica, al contar con más de una decena de restaurantes que ofrecen los principales platos típicos del municipio, que tienen en los platos tradicionales a sus más importantes protagonistas, pero sin olvidar la cocina más vanguardista. De hecho, Vall d’Alba es uno de los pocos municipios de la Comunitat Valenciana con un establecimiento distinguido con una Estrella Michelín, Cal Paradís.

A lo largo de todo el año se desarrolla, además, un amplio programa de ocio, especialmente intenso en los meses de verano: actos culturales, competiciones deportivas y fiestas populares, en las que no faltan las verbenas y los espectáculos taurinos, componen una oferta para todos.