“Cinco molinos harineros que reaprovechan el agua en menos de un kilómetro. Es una estructura singular que no se da en ningún otro punto de la provincia y seguramente en pocos sitios de España”, así explicó Benjamín Barberà, experto provincial en estos mecanismos, a 50 caminantes la estructura del Barranco de los Molinos de Ares del Maestrat, una hondonada situada justo debajo del pueblo declarada como Bien de Interés Cultural de carácter etnográfico.

La ruta se inició en el Molí de la Roca, el más alto de todos, del que ya existe constancia documental en 1320, para continuar por la bajante que acoge otras cuatro maravillosas piezas más. Una de ellas contiene el cubo más profundo documentado hasta la fecha, de 22 metros de profundidad, 11 de ellos excavados completamente en roca.

Otra de las singularidades del barranco es que a diferencia de otros lugares, el agua sirve para alimentar el siguiente molino y por tanto se reaprovecha completamente. “Esto solo sucede en otros lugares como el río Molinell de Culla” indicó Barberà, autor de un estudio provincial del tema. La ruta guiada finalizó en el molino de Sol de Costa, en el que se ofreció una comida tradicional con carne de cordero y los locales guixassos.

Cualquiera que quiera conocer la ruta puede hacerlo, pues está adecuada al público. H