El Ayuntamiento de Vila-real solo destinará, para el ejercicio en curso y en el marco del presupuesto que se prevé aprobar antes del 10 de abril, únicamente 1,6 millones de euros al capítulo de inversiones. Así lo indicó ayer la concejala de Hacienda, Sabina Escrig, quien reconoció que «esta no es una gran cifra de dinero», a la vez que señaló que no puede ser mayor «a causa de la situación económica por la que atraviesa el consistorio, gracias al urbanismo a coste cero del PP y que no tenemos más remedio que asumir quienes gobernamos ahora».

En concreto, Escrig señaló que esos 1,6 millones de euros --que representarán poco más del 3% de los alrededor de 51 millones de las cuentas del 2018-- se destinarán de manera especial a operaciones de microurbanismo, básicamente en los apartados de mantenimiento del patrimonio y de accesibilidad, aunque también se asignará una parte a «cuestiones surgidas del Consell de Participació Ciutadana, como es la habilitación de un workout».

La edila socialista destacó que las cuentas del presente ejercicio --que se sustentarán en base a unos ingresos de 43.039.735 euros, cantidad a la que hay que sumar los casi 4,9 millones que se incorporarán a través del préstamo aprobado en el último pleno; y en torno a otros dos millones que el consistorio prevé ingresar por la venta de parcelas-- se fundamentan en cuatro líneas de trabajo: mejora de la accesibilidad, recuperación del patrimonio, alianza con la sociedad y atención a las personas.

Bajo este precepto, uno de los capítulos que experimentará un mayor incremento es el de convenios y ayudas a entidades, que asciende a 3,3 millones --entorno a 100.000 euros más que en el 2017--, entre los que destacan dos nuevas aportaciones de 5.000 euros cada una a las dos protectoras de animales de la ciudad: SOS Manada y Gats de Barri.

Asimismo, Escrig aseguró que también se verá incrementada la partida que reserva el Ayuntamiento para asumir su aportación para dar continuidad a planes de empleo que, especialmente, otorga la Generalitat; a la vez que también se contratará a más personal en el área de Servicios Sociales para agilizar la gestión de ayudas y valoraciones de la Ley de la Dependencia.

Por contra, el capítulo de gasto corriente, en el que se incluyen los grandes contratos de suministro y la gestión diaria de las concejalías, supondrá 19,6 millones de euros, una cifra similar a las del 2017. Asimismo, la ciudad resguardará 2,7 millones para hacer frente al pago de amortizaciones e intereses de los distintos préstamos de que dispone.

PERSONAL // La concejala de Hacienda, explicó que la remesa para personal experimentará «un importante incremento, fundamentalmente debido a la incorporación en el presupuesto de los distintos programas de empleo de la Generalitat a los que se acoge Vila-real y que no solo se mantienen sino que se reforzarán, para seguir ofreciendo oportunidades a los jóvenes y para luchar contra el paro con medidas efectivas que, ahora sí, podemos tomar gracias a un Gobierno valenciano que nos da su apoyo».

Aunque no hay aún una fecha establecida para celebrar el pleno para la aprobación de las cuentas del 2018, Escrig aseguró que «los departamentos y técnicos municipales están trabajando mucho para avanzar al máximo en este sentido». Y añadió: «Este es un ejecutivo responsable y serio; queremos hacer un presupuesto realista, ajustado y que dé estabilidad. Y esto, con la hipoteca y la amenaza constante del urbanismo del PP es muy complicado».