Ayer se vivió uno de los momentos clásicos del verano de Vila-real con la salida de la expedición del campamento de Lluïsos. Muchos padres y madres no perdieron la ocasión de acudir a despedirse de sus hijos, que ayer por la mañana salieron en dirección a Aguaviva (Teruel), donde acamparán hasta el próximo 30 de julio. Lo hacen gracias a la propuesta que cada año la congregación organiza con gran éxito. Esta edición cuenta con cerca de 100 participantes de entre 9 y 17 años. Para que todo salga bien, una treintena de personas hacen las tareas de monitores, controlando a los jóvenes y organizando las actividades.

Hace años que la sede de la tradicional cita es la localidad turolense. Un punto en el que realizan numerosas actividades y del que salen las excursiones que desarrollarán estos días, o las visitas hasta el río Bergantes para bañarse y combatir el fuerte calor.

Disfraces, concursos, actividades deportivas o yincanas forman la intensa programación de las próximas dos semanas, en la que lo más importante, según la organización, es hacer nuevos amigos y disfrutar del entorno natural en esta zona cercana a Els Ports.

Cada día se les presentarán propuestas nuevas. Destacan, asimismo, unas peculiares olimpiadas o la tradicional Vetllà que cada noche se convierte en una caja de sorpresas y diversión. H