Los sonidos de la Semana Santa vila-realense, declarada Fiesta de Interés Provincial, inundaron al mediodía de ayer las calles más céntricas de la ciudad, como anuncio popular de unas celebraciones que llegan con un calendario cargado de actos.

Unos 200 bombos y tambores se concentraron a las 12.30 horas en la plaza Mossén Ballester para desfilar posteriormente por diferentes viales, hasta llegar a la plaza Major, donde todos los instrumentos sonaron al unísono.

En el acto participaron las bandas de estas características de que disponen las cofradías y hermandades Franciscana de Tierra Santa, del Santo Sepulcro, del Santísimo Cristo del Hospital, Purísima Sangre y Virgen de la Soledad, Santa Faz, Venerable Orden Tercera del Carmen, Santa Cruz, Nuestra Señora de las Angustias y Santa María Magdalena.

Los eventos más emblemáticos de la Semana Santa de Vila-real continúan mañana por la tarde, con la ya tradicional procesión infantil y juvenil que se organiza desde la parroquia de Santa Isabel, así como las posteriorres del Miércoles Santo, del Silencio --esta por las calles del barrio del Hospital-- o la del Viernes Santo, con su punto álgido a la medianoche, cuando entra a hombros en la Arciprestal la imagen del Cristo Yacente, obra del artista vila-realsnse José Ortells. H