A mediados del próximo mes de noviembre se prevé que estén completamente finalizadas las obras que se acometen en la actualidad para mejorar la accesibilidad del Passeig Mossén Serafí Sorribes, en su confluencia con la calle Mestre Goterris.

La intervención, a la que se destina una inversión próxima a los 32.000 euros, tiene por objetivo prolongar el pasaje para alinear la acera con este último vial, eliminando el aparcamiento en batería, pero permitiendo el estacionamiento en cordón.

Precisamente, este --el del aparcamiento-- está siendo uno de los pormenores del proyecto más controvertido. Sin embargo, desde el departamento de Servicios Públicos, el edil Francisco Valverde asegura que “no se elimina ninguna plaza y lo único que se hace es reordenar el espacio, de manera que se tendrá que estacionar en cordón y no en batería, como venía siendo habitual”.

Y es que el principal problema que se daba antes de la intervención es que la parte delantera de los coches invadían buena parte de la acera, “lo que dificultaba el paso de peatones y, en especial y mucho más, el de aquellas personas con movilidad reducida”.

Asimismo, Valverde destaca que el proyecto contempla la renovación de los pasos de viandantes de esta zona, “que han quedado obsoletos con el paso de los años, de manera que se adaptarán a la nueva normativa de eliminación de barreras arquitectónicas y se normalización en cuando a los materiales a usar y las tipologías constructivas”. En total, serán seis los pasos accesibles que se habilitarán. H