Un total de 70 personas emprendedoras explotan actualmente el banco de tierras que promueve la Comunidad de Regantes de Vila-real, en colaboración con el Ayuntamiento de la ciudad y el de les Alqueries, según detallaron a Mediterráneo fuentes cercanas a la entidad.

El proyecto, que se puso en marcha en noviembre del 2011, cuenta con 208 fincas, con un total de 1.169 hanegadas que se encontraban en estado de abandono y cuyos propietarios reciben 50 euros al año por cada hanegada. “Este tipo de tratos beneficia tanto al arrendador como al arrendatario porque, por una parte, se mantiene en buen estado un terreno que se iba a echar a perder y, por otra, un emprendedor puede llevar a cabo un proyecto a bajo coste”, aseguraron las mismas fuentes.

Y es que, los ciudadanos de la comarca que han optado por esta vía para ocuparse han arrancado los naranjos existentes y “están optando por plantar otros árboles frutales, caquis, hortalizas y otros cultivos”. Debido a las características de cada plantación, los regantes se plantean cambiar los contratos y, en lugar de hacerlos anuales, redactarlos en función de la producción, ya que, según detallan, “por ejemplo, los caquis tardan unos cuatro años”.

A pesar de los buenos resultados obtenidos hasta el momento, desde la agrupación constatan que “no son suficientes” y animan a los propietarios que cuenten con huertos que no utilizan se pongan en contacto con la comunidad para ceder su terrenos a un proyecto agrícola y solidario.

En cuanto a los beneficios, las mismas fuentes consultadas apuntan a que, “tal como está la agricultura, no es un negocio boyante, pero sí resulta rentable”.

OTRAS LOCALIDADES // El proyecto ha sobrepasado los límites geográficos de Vila-real y les Alqueries y ya se han inscrito 23 propietarios de fincas de otros municipios como Onda o Burriana. No obstante, los regantes afirman que lo que se busca es “juntar la mayor extensión para ofrecer un paquete unificado y no huertos sueltos por los diferentes términos municipales de estos municipios.

Por otra parte, el concejal de Agricultura, Emilio M. Obiol, uno de los impulsores del proyecto, afirmó que los huertos urbanos que se abrirán antes del verano “ofrecerán talleres formativos con los que se animará a los desempleados locales a que emprendan nuevos negocios agrícolas como una salida laboral viable”. H