El consorcio del río Millars, responsable de velar por la protección del paraje, aconsejó no pescar en la zona protegida de la desembocadura durante la época de reproducción de las aves, que comenzó en primavera y se prolonga durante casi todo el verano.

Según el organismo, “la presencia de pescadores continentales que acceden a las pequeñas balsas y lagunas que se forman en el río para pescar especies de agua dulce puede provocar molestias entre las aves nidificantes”.

Además de la pesca, el consorcio también desaconseja la práctica del senderismo y de la bicicleta por fuera de las rutas señaladas, así como la fotografía de naturaleza. Los guardias de este entorno protegido advierten de que la intromisión de seres humanos puede provocar el abandono de los nidos --y los huevos-- por parte de los ejemplares adultos, poniendo en peligro la reproducción.

Entre las especies de aves que anidan en esta zona limítrofe entre Vila-real, Almassora y Burriana destaca el calamón, la cigüeñuela, el chorlitejo patinegro, el martinete común, el chorlitejo chico o el carricerín real. H