El Ayuntamiento de Vila-real, a través de la Concejalía de Servicios Públicos ha sacado a licitación un contrato, por importe de unos 180.000 euros y para un periodo de un año, dirigido a reformar pasos de peatones y construir otros de nuevos para hacer posible la accesibilidad en la totalidad del casco urbano.

El edil del área, Francisco Valverde, hace hincapié en que «esta es la primera vez que el consistorio saca a concurso una intervención de estas características y específica para la realización de rampas adaptadas y que cumplan la normativa para garantizar la seguridad de las personas con discapacidad. Una normativa que, en la actualidad, no satisfacen muchos de los existentes».

En concreto, y según apunta el concejal Valverde, el contrato específico para estos menesteres, que confía en que pueda adjudicarse a alguna empresa vila-realense, permitirá ejecutar en torno a 200 de estos pasos, una cifra similar a la que se ha realizado en esta legislatura.

«Lo que pretendemos desde el departamento de Servicios Públicos es dar un impulso a este tipo de accesos, ya que hasta ahora hemos tenido que ir adaptándonos a la disponibilidad económica del Ayuntamiento», indica.

De cumplirse los plazos y no surgir ningún problema, Valverde confía en que la empresa que se adjudique el contrato pueda empezar a trabajar a finales del próximo mes de octubre.

ACUDIM // En cuanto a la programación relativa a los cruces y aceras en los que se actuará, el concejal de Servicios Públicos insiste en que esta surgirá de la colaboración existente con la asociación de discapacitados Acudim. «Venimos trabajando conjuntamente con la entidad que preside Fina Mora, de manera que ellos son quienes nos dicen en qué lugares es prioritario actuar», afirma.

Precisamente, uno de los puntos en los que Acudim advirtió serias deficiencias fue en la zona de la plaza de Aliaga. Allí se trabaja ahora una empresa local para construir cuatro rampas, en las que se invierten en torno a los 3.000 euros. «Aquí ya tuvimos que actuar hace unos meses, ubicando frente a un paso antiguo un banco, ya que las personas con movilidad reducida que hacían uso de esta rampa se encontraban un bordillo en el lado opuesto de la acera, de manera que se impedía el recorrido con todas las garantías de seguridad necesarias», recuerda.

«La accesibilidad urbana ha sido siempre uno de los principales objetivos de este equipo de gobierno; un compromiso que hemos trasladado a cada una de las actuaciones de mejora del entorno urbano que acometemos», incide el concejal Valverde.