El departamento de Serveis Públics de Vila-real se ha puesto manos a la obra, tras la alerta lanzada por la Comunidad de Regantes local por los daños provocados por las filtraciones en la Séquia Major que causan algunos árboles. Una situación que avanzó ayer Mediterráneo y que ha tenido una respuesta inmediata.

«Era una actuación programada y delicada, en la que teníamos que sincronizarnos bien con los regantes. Hemos preparado y estudiado bien la zona para, a partir de hoy, arrancar los diez brachichiton que están creando grietas en el canal por las que se escapa el agua y, además, generan daños en el pavimento que podrían ocasionar graves derrumbes», informó el edil responsable, Francisco Valverde.

PLAN DE ACCIÓN

Desde el consistorio vila-realense han elaborado un plan de acción que pasa, en primer lugar, por tapar las aberturas aparecidas como consecuencia del crecimiento de las raíces de los ejemplares. Tras ello, quitarán los problemáticos y, finalmente, plantarán especies que no sean tan agresivas, con un crecimiento más moderado.

Uno de los objetivos es mantener la zona verde en este tramo que discurre desde el cruce de la avenida França con la calle Pintor Gumbau hasta el jardín de la Glorieta 20 de Febrer. «Queremos hacer compatible este espacio con la Séquia Major, facilitando el paso de peatones y no quitando sombras y la fórmula es eliminar los brachichiton, porque son un peligro, aparatosos y suponen un coste importante de mantenimiento», explicó el concejal.

Entre las consecuencias actuales están los agujeros y roturas del caixer --paredes laterales y solera-- de este canal que cruza de norte a sur el casco urbano. Los desperfectos también afectan al Passeig Solades y a algunos puentes que salvan este canal de riego de la ciudad, así como se filtra el agua que discurre por la canalización que, en ocasiones, acaba en bajos o sótanos de edificios.

ESPECIE DAÑINA

Este tipo de especie arbórea que provoca los problemas, también conocido como árbol botella, tiene un rápido crecimiento de su entramado radicular, dejando efectos negativos en aceras, calzadas e incluso casas. Por ello, desde el Ayuntamiento se están retirando paulatinamente los brachichiton de distintos puntos de la localidad. Entre ellos, los que están situados en la calle Ermita, zona en la que se tiene previsto arrancar nuevos ejemplares próximamente.