El alcalde de Vila-real, José Benlloch, firmó ayer las órdenes de transferencia con las que el Ayuntamiento liquida por completo los 1,2 millones de euros en facturas pendientes del pasado ejercicio 2016 a los proveedores locales. Una vez aprobado el pago en el pleno extraordinario convocado expresamente para ello el pasado 16 de febrero, «se han acelerado al máximo todos los trámites administrativos necesarios para proceder de manera inmediata al abono efectivo de los recibos», afirma el munícipe.

«Con estas órdenes de ingresos, saldamos definitivamente las facturas que nos quedaron pendientes de ingresar a los proveedores del consistorio en el 2016; una deuda por la que volvemos a pedir disculpas a todos los afectados», señala José Benlloch.

EFECTOS // Al respecto, el primer edil hace hincapié en que «el año pasado fue un ejercicio muy duro, en el que acusamos los efectos de la decisión de bajar la contribución, además de las sentencias judiciales derivadas de los empastres urbanísticos del PP, sobrecostes en el tratamiento de las basuras o la deuda heredada del anterior gobierno. Todo esto ha pasado una grave factura a las arcas municipales y ha acabado afectando de manera importante a los proveedores, la mayoría, pequeñas empresas locales».

«Vamos a seguir trabajando para que esta situación no vuelva a producirse, para recuperar la estabilidad y reajustar el período medio de pago, porque en nuestro ADN está cumplir. Por eso, hemos adelantado al máximo el abono de los recibos pendientes del año anterior, apenas el presupuesto del 2017 ha entrado en vigor y sin esperar a la liquidación presupuestaria del ejercicio anterior, como hacen la mayoría de los ayuntamientos», afirma.

LAS CANTIDADES // En total, las transferencias firmadas ayer por el primer edil vila-realense, y que comenzarán a ser efectivas en las cuentas beneficiarias en los próximos días, ascienden a 1,2 millones de euros. Una cifra que corresponde a 1.003 facturas de unos 300 empresarios.

Por otra parte, en los casos de recibos que, por error o por defecto de forma, no hayan podido ser ingresados, el consistorio ha reservado una partida específica para poder hacer frente a los mismos en cuanto se subsanen los errores. «Nuestro objetivo es reajustar el periodo medio de pago a los proveedores durante este ejercicio y trabajar porque las sentencias urbanísticas y la herencia del PP que todavía pesa, y mucho, en la gestión local no vuelvan a afectar a nuestras empresas», concluye el alcalde.