El 67% de los vila-realenses ha hecho uso alguna vez de las prestaciones que ofrece el departamento municipal de Servicios Sociales. Así lo indicó ayer la concejala del área, Mònica Àlvaro, quien recordó que, además de las ayudas que se dan a las familias necesitadas, se atienden trámites para prestaciones y se organizan actividades abiertas a la ciudadanía.

Al respecto, en estas iniciativas se incluyen, como ejemplo, el Aplec de Temps Lliure que cada verano se desarrollan en dos colegios de la ciudad, así como los talleres de memoria para mayores, la teleasistencia, las subvenciones a entidades o los programas Promou o Major a Casa, entre otros.

En cualquier caso, del balance del 2014 en materia de Servicios Sociales, Àlvaro destacó que el personal del departamento atendió el pasado año a 541 familias que acudieron al centro por primera vez. Una cifra que representa un importante descenso respecto al ejercicio anterior, cuando se contabilizaron 741.

Pese a esta disminución, la edila puntualizó que ello “no comporta, ni mucho menos, una reducción en el cómputo total de personas atendidas, puesto que la demanda de vecinos de otros años continúa siendo alta, de ahí que las entrevistas realizadas se hayan incrementado de nuevo, pasando de las 3.377 del 2013 a las 3.641 del 2014”, explicó.

Àlvaro informó de que el Ayuntamiento de Vila-real ha destinado en el último año 245.155 euros al capítulo de ayudas de emergencia social. Una cifra de la que la Generalitat “solo sufraga una tercera parte”. Y recordó que la Conselleria aún adeuda 800.000 euros a la ciudad. H