José Pascual Colás inició ayer su tercer y último mandato (como marcan los estatutos) al frente de la Junta de Festes tras ser la lista que él lideraba la única que concurrió a las elecciones, celebradas en el salón de teatre els XIII. Fue una asamblea plácida para el aspirante a la reelección, que logró 54 de los 69 votos de una asamblea que le permitirá encabezar el ente los tres próximos años. Cuatro votos fueron en blanco y 11 asambleistas faltaron a la cita. La lista del renovado presidente se decidirá, como explicó Colás, en una reunión a nivel interno que tendrá lugar mañana, a las 19.00 horas, si bien todo apunta a que será continuista. Cabe recordar que el actual vicepresidente es José Manuel Batalla; y el secretario, Salvador Senabre.

BAJAS

Los dos nombres de más peso que parece que caen son la hasta ahora responsable de Protocolo (Rocío Artero) y el de la Comissió del Bou (Pasqual Safont). Para sustituir a estos dos nombres y a otros que salen de la junta por varios motivos, Colás ha incorporado a ocho personas que constituyen la sabia nueva de un ente que se enfrentará hasta el ejercicio 2020 al reto de adaptar los festejos a nuevas realidades que se imponen.

Una de las más importantes es, según el reelegido presidente, el hecho de que en Vila-real haya más de 450 casales inscritos en el registro de la Policía Local cuando la Comissió de Penyes apenas supera los 110 colectivos. Colás aseguró a Mediterráneo que el ente que agrupa a las peñas oficiales continuará siendo importante, «no tan solo porque lo marcan los estatutos de la Junta de Festes, sino también porque pensamos que están formadas por grupos de gente que realiza un esfuerzo económico importante, y hay que reconocérselo». No obstante, también opinó que «no se puede mirar hacia otro lado» cuando la mayoría de grupos de jóvenes que comparten un casal en fiestas no se inscriben al censo de la Comissió, y apostó por abrir un debate sobre esta cuestión.

Un problema que se evidenció en las últimas fiestas es que el aumento de los casales dificulta el descanso de parte de los vecinos en varias zonas del municipio. Colás se mostró dispuesto a colaborar pero recordó que es responsabilidad del consistorio aplicar la ordenanza de convivencia.