La Concejalía de Cultura saldará en octubre la deuda que acumula en los últimos meses, y que ronda los 148.000 euros, una vez el pleno de la corporación municipal suplemente el área para que haga frente a este déficit y finalizar con garantías el año.

Así lo anunció en la mañana de ayer el edil Alberto Ibáñez, quien se adelantó de esta forma a las críticas que, poco después, se realizaron desde el grupo popular, a través de una nota de prensa, en la que calificaban la situación en el departamento que encabeza Ibáñez de “fraude” al municipio.

Y es que el concejal informó de que, por primera vez, los abonos de teatro en el Auditori Municipal --que ayer presentó-- “no cuentan con el visto bueno de Intervención, porque las partidas de Cultura no tienen liquidez”.

Sin embargo, matizó que si el abono “se hubiera sacado en octubre no se hubiera dado ningún problema, porque ya no existirá el déficit al suplementar el área con cargo a los remanentes del 2013”. Y añadió que las prisas por aprobarlo ahora están motivadas “porque si nos hubiéramos esperado nos quedaríamos fuera de la inclusión de esta iniciativa en el programa Platea del Ministerio de Cultura y en CulturArts de la Generalitat”. Algo que, según explicó, supondría un sobrecoste de casi 9.000 euros de los espectáculos para el consistorio.

Ibáñez incidió en que “la actividad cultural en Vila-real está asegurada, ya que, mientras sea edil del área, no se recortará en esta materia entre tanto haya dinero para pagar los intereses y las amortizaciones del préstamo de 10 millones que sacó el PP y que lastra las arcas municipales”.

Además, recordó que el Ministerio de Cultura “ha vetado a Vila-real a la hora de subvencionarnos, únicamente por no ser del mismo color político”. Y añadió que la Conselleria de Cultura, “todavía nos debe 40.000 euros de los años 2012 y 2013”.

CRÍTICAS // Por su parte, el edil popular Ignasi Clausell acusó a Ibáñez de “malgastar el dinero”, “incumplir la legalidad” y realizar un programa “tan pobre que ni los gestores del área busquen la venta de todas las entradas y solo contabilicen un máximo de 300 cuando el aforo del Auditori asciende a 500 butacas”. H