Las labores de vigilancia y control que llevan a cabo los agentes adscritos a la Policía Rural de Vila-real ha evitado, in extremis, el derribo de una caseta ubicada en la partida del Pla Redó que, según algunos historiadores, correspondería a la época musulmana. Así lo ha confirmado a Mediterráneo el concejal de Territorio, Emilio Obiol, quien explica que “la colaboración ciudadana ha sido vital para salvar esta construcción que, además, se incluirá en el catálogo del patrimonio, tanto urbano como rural, en el que trabajan un arquitecto y también un historiador contratados por el Ayuntamiento”.

Al aviso ciudadano se suma, según indica Obiol, la “intensa labor de vigilancia y control de este tipo de patrimonio”, que se lleva a cabo desde el grupo específico de la Policía Local destinado al término municipal. Un equipo que, durante el ejercicio del 2014 sumó un total de 235 visitas a los diferentes elementos, con valor histórico o arquitectónico, repartidos por los 55,1 kilómetros cuadrados de su superficie.

En especial, los efectivos policiales vigilan periódicamente aquellos lugares que forman parte del catálogo de edificaciones protegidas en el actual Plan General de Ordenación Urbana, tales como los acueductos de Els Arquets y del Pont de la Bruixa, la Séquia de les Argamasses, el llamado Corral de Galindo, las alquerías dels Frares y Sant Josep, una antigua torre de vigilancia en el camino Sant Jordi, el puente de Santa Quiteria, una creu de terme en el camino de l’Aljub de la Muntanyeta e, incluso, el ermitorio de la Mare de Déu de Gràcia, en el paraje del Termet. H