La corporación municipal de Vila-real celebrará un pleno extraordinario --muy probablemente mañana-- con la finalidad de aprobar el pago de las facturas pendientes del 2016, que ascienden a unos 1,2 millones de euros, de manera que se zanjará la deuda acumulada con los proveedores municipales por trabajos y servicios prestados a lo largo del pasado ejercicio.

Una convocatoria plenaria que ha levantado las críticas del grupo municipal del PP, desde donde aseguran que el alcalde, José Benlloch, «ha tenido que convocar un pleno urgente para reconocer un nuevo pufo de 1,2 millones de euros en facturas sin pagar del 2016 a proveedores, empresas, autónomos y asociaciones».

El portavoz del PP en el consistorio vila-realense, Héctor Folgado, asegura que «el desastre en la gestión de Benlloch no solo ha hecho que haya subido los impuestos a todos los vecinos para pagar a escote sus caprichos, sino que el pufo que arrastra del año pasado supera los 1,2 millones».

Y critica que el alcalde, «en una huida hacia adelante, aseguró que se iban a pagar todas las facturas antes de acabar el ejercicio, pero no ha sido así, como ahora se demuestra con estos nuevos impagos».

«Es urgente acabar con esta política faraónica que no conduce a ningún sitio y que solo sirve para el lucimiento del alcalde», asevera el líder de los populares vila-realenses.