El edificio de la antigua estacioneta de la Panderola (donde en su día se ubicaba, en un anexo, el aulario de Infantil del colegio Carlos Sarthou, hasta que en noviembre del 2012 se desprendió parte del techo y tuvo que dejar de utilizarse) volverá a tener uso.

Será una vez se materialicen los trámites que se ultiman desde el Ayuntamiento y que permitirán, entre otras cosas, centralizar los servicios y programas que lleva a cabo Cruz Roja en Vila-real, incluso de ámbito comarcal, ahora repartidos en tres edificios distintos: su sede de la calle Calvari, en el centro social de María de Luna y el Vivero de Empresas.

El alcalde, José Benlloch, muestra su «ilusión» por trabajar en la consecución de este objetivo que, además, no llegará solo, por cuanto en parte de este espacio también se pretende ubicar un ampliación del colegio de Educación Especial la Panderola que, como asegura el munícipe, «permitirá dar una nueva oportunidad de formación a los alumnos del actual centro, que ya está al máximo de capacidad, con algo más de 70 niños y jóvenes. Una situación que se agrava cuando con 21 años estos tienen que dejar este centro de la localidad».

REIVINDICACIÓN // Además, incide en que «hace tiempo que se reclama la ampliación de la sede para esta educación, porque se trata de un servicio comarcal que se encuentra saturado». De hecho, las conversaciones mantenidas con la Generalitat al respecto dieron su fruto, de manera que el inmueble de la estacioneta servirá para acoger tanto la sede --aunque de manera provisional-- de Cruz Roja y la ampliación del colegio de la Panderola.

PROGRAMA // En concreto, la idea que se plantea por parte de la Administración autonómica es la de ubicar en este espacio un programa similar al de Formación Profesional, aunque destinado a alumnos con capacidades diferentes, «para que estos chavales, que tienen que salir del colegio a los 21 años, no tengan que quedarse en casa y puedan seguir luchando para insertarse en el mundo laboral», tal y como señala el primer edil vila-realense.

Una suma de dos proyectos y servicios que, en opinión de Benlloch, creará sinergias que permitirán la colaboración entre el centro de Educación Especial y Cruz Roja, ya que esta última organización también desarrolla propuestas de acompañamiento a personas discapacitadas. «Puede ser una buena manera de compartir experiencias, formación y actividades positivas para el colegio y la entidad», añade.

Respecto a la inversión a realizar para adecuar este espacio, que lleva varios años sin utilizarse, la correspondiente a la sede de Cruz Roja la asumirá el Ayuntamiento, mientras que la que permitirá ampliar la oferta educativa correrá a cargo del Consell. El alcalde asegura que la parte municipal se incluirá en el presupuesto de este año, que está a punto de presentarse.