A pesar de las dificultades derivadas de la crisis en el 2013, estamos en la línea de recuperación y de retorno a la normalidad”. Así lo aseguró ayer el presidente de Caixa Rural Vila-real, Enric Portales, durante el tradicional encuentro con la prensa en la jornada anterior a la celebración de la asamblea ordinaria de la entidad, que se celebra hoy, a las 19.00 horas, en el salón del Jardín Alaska.

Portalés indicó que así lo avalan los resultados del pasado ejercicio, que hoy se dan a conocer a los socios y que señalan un importante incremento de los beneficios respecto al año anterior. Y destacó que se constata un crecimiento de la actividad de empresas que han sobrevivido a la crisis y que se mueven en el ámbito internacional, en especial, de los sectores cerámico y de automoción.

Aun así, matizó que el 2014 es un ejercicio de transición “para lograr una situación de mayor tranquilidad”, algo que los ciudadanos en general “aún tardarán cuatro o cinco años en notar”.

Respecto al hecho de formar parte del Banco Cooperativo, que agrupa a la mayor parte de cajas rurales españolas, Portalés destacó que “este modelo se mantendrá muchos años, porque aporta tranquilidad a la entidad y permite ampliar las posibilidades de negocio”. Y añadió que esta es una iniciativa que “ya funciona en otros países europeos, e incluso en Japón, en la que se integran en una entidad mayor otras más pequeñas con filosofía cooperativista, para lograr un sistema mucho más fiable y de futuro”.

Por otra parte, el actual director general de Caixa Rural Vila-real, Carlos Torán --que en junio se jubilará anticipadamente y será sustituido por el actual director de la oficina principal, Manuel Cubertorer-- informó de que el índice de morosidad “real” se sitúa “en el 19 ó 20%”.

Además, adelantó que “tras dos años de duros ajustes en la entidad, Caixa Rural Vila-real estará totalmente saneada en el 2015, lo que permitirá comenzar una nueva etapa desde cero”. H