La plaza Major de Vila-real se transformó ayer por la tarde en un ágora representativa de la cultura china, con la celebración de la entrada del Año Nuevo de aquel país oriental y que también viven quienes han tenido que desplazarse a otros lugares del mundo y la gente que comparte su filosofía y su forma de actuar.

Una celebración que, de la mano de la Associació Esportiva Cultural i Arts Marcials de Vila-real, contó con la participación de una treintena de alumnos de la Escuela de Kung-Fu Tradicional que, sobre el céntrico ágora, escenificaron la danza del dragón y exhibieron el león «para dar suerte a la gente», explicó el responsable de la organización, Rubén Solera, quien recordó que «este es el Año del Perro, en el que se espera que la ciudadanía sea más fiel, conforme lo es este animal. Es el ejercicio de la palabra y del compromiso por mejorar los objetivos y de cuidar de forma especial a la familia, como can guardián».

Durante casi una hora, los integrantes de la entidad mostraron las coloridas indumentarias que se enfundaron para disfrutar de esta tradicional cita cultural, en la que no faltó la llamativa exhibición de kung-fu por parte de los alumnos del centro cultural.

Lo que sí que no se realizó esta edición fue el pasacalle desde la plaza Major a la sede de la asociación, en la calle Industria. «Mañana (por hoy) por la tarde participamos en el desfile que se realiza en València y que reúne a un millar de personas, por lo que hemos decidido no llevar a cabo en esta ocasión el nuestro, para que los niños y jóvenes no estén agotados para esta cita en la capital del Turia, que será también muy intensa», argumentó Solera. H