Los problemas derivados de defectos de la obra no dejan de aparecer en el Espai Jove de Vila-real. Y es que a la reciente retirada de varios elementos decorativos que amenazaban con desprenderse de la fachada principal del edificio se suma la obstrucción de las cañerías de los aseos existentes en la planta baja del recinto.

Un atasco producido, según explica a Mediterráneo el concejal de Juventud, Xavier Ochando, por los restos de obra y materiales de construcción “que se echaron allí en el momento en que se realizaron los trabajos”.

Ahora, los técnicos y el personal del departamento de Gestió d’Obres i Serveis se han visto obligados a picar el suelo para localizar el taponamiento e intentar buscar una solución definitiva a este problema que, hasta el momento, se ha agravado cuando se han dado lluvias intensas.

“Vamos a contabilizar el gasto que se tenga que hacer para reparar este desperfecto consecuencia de la realización de la obra para después exigir las garantías a quien corresponda”, afirma el edil Ochando, quien no oculta que reclamar el coste de las actuaciones puede resultar dificultoso, por cuanto, al menos, una de las empresas que acometió el proyecto está inmersa en la actualidad en concurso de acreedores”.

A este respecto, Ochando afirma que “se van a pedir responsabilidades, ya sean empresariales o políticas, porque son muchos los defectos que se han detectado y han ido surgiendo con el uso del inmueble”. Entre ellos, se refiere también a la filtración de agua de lluvia al interior del inmueble.

E indica que solicitará que se incluya la investigación de las obras realizadas en el Espai Jove en la comisión especial que se decidió crear por unanimidad. H