El Ayuntamiento y la asociación Gats de Barri sellan una alianza para delimitar zonas para controlar las colonias de gatos de Vila-real. Al mismo tiempo, pretenden garantizar el bienestar animal y solventar la problemática que generan por suciedad en algunos puntos, principalmente porque hay vecinos que les dan comida indiscriminadamente.

Para poner cerco a esta situación, impulsarán los próximos meses un plan piloto y pionero en tres espacios del municipio: cerca de las piscinas cubiertas donde estuvieron los barracones del colegio Cervantes -ubicación en la que hay un foco descontrolado de esta especie animal-, un solar de la calle Borriol, y alrededor del centro Carlos Sarthou.

«Encontré por internet experiencias desarrolladas en EEUU con éxito que me gustaron mucho y creí que podríamos llevarlas a cabo aquí, tal y como expuse al consistorio. Cosas lógicas para gestionar a los felinos en la misma calle y que tengan una vida digna», señaló la responsable de Gats de Barri, Gemma Nácher.

Autorización

Entre las novedades más destacadas será que únicamente podrán darles de comer las personas que tengan autorización, tras pasar por una formación específica, y repartirán solo pienso para evitar malos olores. «Es un tema que preocupa porque hay gente mayor que les deja comida cerca de los contenedores, algo a erradicar por la insalubridad que provoca», apuntó el alcalde, José Benlloch.

La propia Nácher especificó que «les dan alimentos de todo tipo, desde cabezas de gamba, huesos de pollo, restos de comida... Eso no puede ser, porque no se lo comen y dejan suciedad, entendemos las quejas de los ciudadanos por estas circunstancias».

Al respecto, la miembro de esta entidad destaca que existen entre 10 y 12 colonias con centenares de gatos repartidos en la localidad. «Con esta iniciativa los tendremos vigilados, facilitando el proceso de esterilización que ha funcionado muy bien desde que comenzó en el 2016», añadió.

También localizarán antes a los enfermos para llevarlos al veterinario y, según Nácher, «se reducirán los efectos de las plagas, porque los gatos acaban con ratas, cucarachas o escarabajos».

10.000 euros del presupuesto

El Ayuntamiento de Vila-real reserva en el presupuesto del 2019, pendiente de aprobar, una partida de 10.000 euros para la asociación Gats de Barri y también para SOS Manada. Esta última se centra en el bienestar y la protección de los perros.

El primer edil explicó que «la situación de los gatos tiene que tratarse con sensibilidad, por eso se ha abordado desde el primer momento con mediación y diálogo, de manera que creamos esta partida para entes que se encargan de labores relacionadas con los animales».

El proyecto que llevarán a cabo será una experiencia que esperan que pueda tener otras vertientes desde el área de Innovación. «Ahora se buscará controlar las colonias existentes y que no molesten. Porque los gatos forman parte de la cultura del Mediterráneo y tienen un papel fundamental para vigilar las ratas. Es bueno que estén por las calles, pero sin generar problemas», aseveró José Benlloch.