Envuelto de misterio. Así es como ha reaparecido el copón robado el pasado mes de julio del interior de la celda del patrón de Vila-real y de los Congresos Eucarísticos, Sant Pasqual, después de que algún individuo --o individuos-- accedieran a la Real Capilla, forzaran la reja que proteje el pequeño espacio que ocupó el fraile franciscano y sustrajeran el objeto sagrado en el que había hostias de una ceremonia.

Según explican a Mediterráneo miembros de la asociación Amics del Pouet del Sant, así como la madre abadesa del convento, María Dolores Pérez, una de las voluntarias encargadas de abrir y cerrar la iglesia «vio algo, en torno a las 14.00 horas, junto a la puerta del museo, en la parte interior del templo. Tras acercarse, comprobó con enorme sorpresa que se trataba del copón que fue robado el pasado verano».

De inmediato, lo entregó a la madre abadesa, quien lo custodió hasta que, ayer, agentes de la Policía Nacional realizaron indagaciones sobre lo ocurrido, con el objetivo de seguir con las pesquisas para localizar al ladrón o ladrones que, como aseveró en su día el obispo de la diócesis de Segorbe-Castellón, Casimiro López Llorente, «llevaron a cabo una grave profanación» de la eucaristía en la basílica sampascualina.

GRAN SATISFACCIÓN // La madre Pérez muestra ahora su satisfacción por recuperar un elemento que, pese a no tener un valor económico destacable --lo donó a mediados del siglo XX un devoto italiano-- sí que es importante en cuanto a su significado religioso.

«Pensamos que puede que la persona que lo ha devuelto lo haya hecho por arrepentimiento o porque lo compró y, después, se dio cuenta de que pertenecía a esta basílica, ya que está grabado en su propia base», explican.

El copón se colocará por ahora en la sacristía del templo, aunque la intención es ubicarlo de nuevo, pero más delante, en la celda que ocupó el santo. Un espacio en el que, pese a no acristalarse --como pretendían inicialmente-- sí que han reforzado la reja para dificultar que puedan separarse los barrotes para acceder al interior del recinto.

IDENTIFICACIONES // También ayer, la Policía Nacional procedió a identificar a cada uno de los indigentes que mendigan en la puerta de la basílica, aprovechando su presencia para seguir las investigaciones relativas a la profanación del lugar, que por el momento no han dado frutos.

En cualquier caso, para la comunidad de religiosas clarisas que regentan el convento de Sant Pasqual la aparición del copón ha sido «todo un milagro».