El ritmo de abandonos de explotaciones agrarias en Vila-real continúa dándose semana tras semana, hasta el punto de que los más optimistas cifran en un 10% el terreno cultivable del término municipal en el que sus propietarios han decidido dejar de cuidar sus huertos, si bien los más pesimistas aumentan ese porcentaje hasta llegar al 25%.

Así lo ha asegurado a Mediterráneo el concejal de Agricultura del Ayuntamiento de Vila-real, Ramón Tomás, quien, pese a todo, matiza que "no existe ningún estudio sobre la cantidad de campos que se han abandonado en los últimos años". Y asegura que en la próxima reunión del Consell Agrari prevé proponer la elaboración de un informe "para conocer con exactitud cuál es ese porcentaje".

De cualquier forma, el secretario de la Comunidad de Regantes, Vicente Bosquet, considera que del total de propietarios que deciden renunciar a seguir cuidando sus huertos, "no más del 5% es atribuible al cansancio y al desánimo de los dueños, ante la crisis citrícola, y el resto es por cuestiones urbanísticas".

Ni siquiera el aparente respiro en esa crisis que está dando la actual campaña naranjera, con precio más altos que en años anteriores, parece animar lo suficiente al agricultor. "Habrá que esperar a ver a qué precio liquidan la fruta las cooperativas, para saber si la gente recupera los ánimos", señala el presidente de Asaja-Vila-real, César Ortells.