El equipo de gobierno cuatripartito de Vila-real tiene la intención de recuperar, aunque sea mínimamente, parte de la gestión del suministro del agua potable. Así lo ha señalado a Mediterráneo el concejal de Servicios Públicos, Francisco Valverde, quien ratifica que la nueva concesión de este servicio --que caducó ya el año pasado-- puede entrar en vigor a mediados del mes de septiembre, una vez se licite y adjudique.

“La empresa mixta contará con un socio tecnológico, que es la firma a la que se concederá la gestión, y una pequeña participación del Ayuntamiento en el Consejo de Administración, ya que se trata de un servicio básico y por ello pensamos que debe tener mayor control público”, explica.

Una concesión que, como asegura Valverde, diferirá notablemente de la que se otorgó hace algo más de 15 años. “Los objetivos de ahora no son los mismos que entonces y, por tanto, el pliego de condiciones, que confiamos en que se complete a lo largo del próximo mes de mayo para poder sacar el servicio a concurso en junio, deberá abordar actuaciones distintas a la implantación de contadores o la renovación de la red de distribución”, explica.

Una de las iniciativas que se quiere promover es un plan “para atacar el problema de que algunos bloques de viviendas que son muy antiguos y en los que reside gente humilde continúan teniendo un único contador común para todos los pisos, lo que es claramente injusto”. Así, desde el consistorio se estudia la posibilidad de “crear algún tipo de programa para incentivar la colocación de aparatos unitarios para cada vivienda, a través de una línea de financiación o con subvenciones para aquellas familias que no puedan asumir el coste”.

Por otra parte, Valverde informa que otro de los objetivos del nuevo pliego es la inclusión en de la renovación del alcantarillado. “Es un apartado en el que no se ha hecho inversión alguna en los últimos 20 años”, asevera.

TASAS // En todo caso, el concejal asegura que la nueva concesión no supondrá un incremento del precio que los más de 26.000 abonados de la ciudad pagan por el agua potable. “Nuestro primer criterio es que el recibo no suba”, explica, aunque matiza que sí que se baraja la posibilidad de cambiar la actual escala de tarificación, de manera que se abarate el primer tramo, que es el básico, y se aumente el coste en los casos de consumo desmesurado”. H