Más de 40.000 euros es la cantidad que suman las diferentes intervenciones que ha sido necesario realizar en el Espai Jove de Vila-real desde que abriera sus puertas en febrero del 2011 --tras cuatro años de trabajos y una inversión de 900.000 euros--, con la finalidad de reparar defectos de obra que han generado problemas por filtraciones, goteras, obstrucción de desagües e incluso desajustes en las puertas metálicas enrrollables que, en definitiva, han dificultado la realización de actividades en su interior.

La actuación más importante de cuantas se han llevado a cabo en los escasos cinco años de funcionamiento del Espai Jove tuvo como objetivo restaurar los elementos que se desprendieron de la fachada del inmueble --uno de ellos de más de un kilo de peso-- en enero del 2012. En este caso, se requirió invertir cerca de 22.000 euros en la reconstrucción de los elementos decorativos con un material más ligero y resistente.

Los datos a los que ha tenido acceso Mediterráneo revelan, como ejemplos, los 5.000 euros de la reparación de los baños de la planta baja en diciembre del 2012 y otros 2.200 euros en los desagües, en enero del 2014; los 7.800 de las salas de ensayo; los 1.750 del arreglo de las puertas metálicas enrrollables o los casi 800 euros del cambio de marcos de puertas afectados por las filtraciones de agua. También los más recientes, del pasado enero, de 566 euros para colocar trapas en el suelo y facilitar la limpieza de las tuberías que, por su reducido tamaño, se atascan con facilidad.

A preguntas de este rotativo, el concejal de Juventud, Xavier Ochando, asegura que a este listado “falta añadir las últimas facturas de la reparación de las salidas de emergencia, ya que son muy recientes y todavía están por confirmar, así como tampoco se incluyen los gastos en pintura y cambios de tarimas y marcos de madera de las salas de ensayo, que se deterioran cuando llueve”. En este sentido, el edil responsabiliza de esta problemática a la “mala gestión del PP a la hora de encargar y supervisar la obra”.

NUEVAS GRIETAS // Y por si fuera poco, días atrás se produjeron pequeños desprendimientos, de nuevo en la fachada, a causa de la dilatación de la junta que une el Espai Jove con el almacén anexo. “Aquí el asunto ya no depende solo del Ayuntamiento, por lo que tenemos que hablar con los dueños del inmueble anexo para estudiar una solución”, señala.

Aun así, Ochando destaca que “pese a todos estos problemas, no hemos cerrado ni un solo día el Espai Jove a las actividades para los jóvenes que, muy al contrario, han seguido creciendo”. H