La veintena de expositores que en la tarde de ayer abrieron las puertas de las paradas que dan forma a la 13ª edición de la Fira del Llibre de Vila-real lo hicieron con la mirada puesta en el incremento de las ventas respecto a la campaña del pasado ejercicio 2016.

Este es uno de los objetivos del cambio de ubicación de este evento que, por primera vez, se ha instalado en la plaza del Mercat --creada tras el derribo de los antiguos juzgados y ubicada entre el Mercado Central y la iglesia arciprestal-- y con el que el concejal de Economía, Xavier Ochando, confía en que «continúe creciendo y consolidándose».

Al respecto, el edil recuerda que «en la edición anterior se vendieron alrededor de 1.000 ejemplares y esperamos que en esta, con los cambios y novedades introducidos, se supere esa cifra».

Entre los principales alicientes de la iniciativa está el descuento del 10% que se aplica en la compra de todo tipo de material bibliográfico, así como la treintena de actividades lúdicas y culturales que se celebrarán hasta el próximo domingo, última jornada de la feria, entre las que están la actuación del conocido juglar Crispín d’Olot, el reparto de puntos de libro de los alumnos del IES Francesc Tàrrega o la firma de ejemplares por parte de sus autores, algunos de ellos locales. Además, en el evento --que se abrió con la actuación de actores de Xarxa Teatre--, se presenta una nueva editorial vila-realense.