No hay fiestas sin el disfrute de uno de los aspectos que destaca en las celebraciones patronales de Sant Pasqual y que no es otro que la gastronomía en cualquiera de sus vertientes. Más aún si esta se complementa con actividades lúdicas y musicales.

Es por ello que no pueden faltar en el inicio de los festejos las ya tradicionales inauguraciones de dos de los espacios de ocio por excelencia: la Fira de la Tapa que instala la Comissió de Penyes en la calle Hospital y el Recinte de la Marxa, que de nuevo se ubica en el párking situado junto al hipermercado Carrefour y que desde hace unos años sirve a cientos de vecinos para cerrar buena parte de las jornadas sampascualinas bien entrada la madrugada.

La reina, Verónica Fortuño, y las damas de su corte de honor --Danae Navarro, Afra Rubio, Isabel Carda y Mónica Font--, acompañadas por un nutrido grupo de ediles, encabezados por el alcalde, José Benlloch; y los presidentes de la Junta de Festes y de la Comissió de Penyes, José Pascual Colás y Juanjo García, fueron las encargadas de hacer oficial la apertura de ambos espacios. En concreto, la Fira de la Tapa ya fue al mediodía de ayer centro de reunión gastronómica de numerosos ciudadanos, mientras que el Recinte de la Marxa se convierte en un espacio de diversión nocturna que ya es fundamental.

En cualquier caso, los cientos de casals que se distribuyen por todo el casco urbano, aunque la mayor concentración se da en el centro de la ciudad y en el núcleo antiguo, empezaron a demostrar que son unos auténticos hervideros de fiesta. Los peñistas, ataviados con sus respectivos uniformes, llenan las calles y, además, nutren con unos 60 actos el programa oficial de los festejos. La Taina, L’Estraperlo, Mustafà, Guayabó, Xarbot, Beu i Fuig, L’Esvalot, El Balconet, El Cordonet y la Trifulcà aportaron su granito de arena a la jornada.