El ascensor de la basílica de Sant Pasqual, que permite el acceso de personas con movilidad reducida a la Real Capilla en la que se encuentra el sepulcro del patrón, ya vuelve a estar operativo.

Así lo ha confirmado a Mediterráneo el alcalde de Vila-real, José Benlloch, quien junto al concejal de Turismo, Emilio Obiol, ha liderado las conversaciones con Iberdrola para que la empresa aumentara provisionalmente la potencia del recinto eclesiástico, con el objetivo de que, cada vez que se ponga en marcha el elevador, no salte el diferencial, dejando sin luz al templo, el museo del Pouet y el convento en el que viven las religiosas clarisas que custodian las instalaciones.

“Desde Iberdrola nos han comunicado que se ha procedido a realizar una ampliación provisional de la potencia hasta que se apruebe el proyecto que se está elaborando en la actualidad para modificar la instalación eléctrica y acabar con este tipo de problemas en la basílica”, indica Benlloch, quien destaca la “sensibilidad” de la empresa, “que ha respondido muy positivamente a la petición que desde el consistorio se les ha formulado para retomar la accesibilidad del templo”.

En principio, Iberdrola ha dado un mes de plazo para que los responsables del templo sanpascualino --en principio, el Obispado de Segorbe-Castellón-- concluyan y presenten el plan de adecuación que se les reclama. Un plan que, según informa el munícipe vila-realense, “nos consta que estará elaborado en ese tiempo”, aunque señala que la empresa eléctrica podría ampliar el plazo dado inicialmente en el supuesto de que fuera necesario.

SEGUIMIENTO // En cualquier caso, el alcalde Benlloch asevera que la intervención del Ayuntamiento en este asunto “no tiene como finalidad controlar nada, sino simplemente colaborar en la resolución de este problema”.

Aun así, reconoce que desde el consistorio “se hará un seguimiento del asunto, porque aunque la basílica, incluido el museo, es de titularidad privada se trata de un inmueble de concurrencia pública y, por tanto, hay que garantizar el cumplimiento de la legalidad, en este caso, en lo relativo a la accesibilidad”.

Hace más de cuatro meses que el ascensor del templo está fuera de servicio. Un dispositivo en el que el empresario José Gómez Mata invirtió casi 200.000 euros. H