Llevar a cabo un plan de choque para eliminar los 14 puntos negros existentes en la actualidad en la red de alcantarillado de Vila-real. Este es el trabajo en el que se centrará la empresa Facsa --la única que se ha presentado al concurso convocado por el Ayuntamiento-- en los próximos 12 meses, en el marco del contrato de mantenimiento en el que el consistorio invertirá 200.000 euros anuales.

Así lo indica a Mediterráneo el concejal de Servicios Públicos, Francisco Valverde, quien asegura que la mercantil empezará a trabajar en este programa, previsiblemente y de no alargarse los plazos, en la segunda quincena de este mes de septiembre.

El edil hace hincapié en la incorporación de nuevas tecnologías en el cuidado de las canalizaciones subterráneas del alcantarillado que, entre otras cosas, facilitarán la localización de obstrucciones difícilmente detectables si no son a través de obras, lo que permitirá evitar, en muchos casos, agujerear las calles para abordar estos problemas.

«El objetivo es impulsar la gestión inteligente en las infraestructuras vinculadas al ciclo de saneamiento del agua, básicamente en el proceso de evacuación tanto de fecales como de pluviales. Por ese motivo, la empresa adjudicataria empleará mecanismos avanzados, como la robótica, que permitirán comprobar el origen del problema y, con los mismos dispositivos, realizar reparaciones sin tener que abrir la superficie», asevera Valverde.

Y añade que «son cámaras que van sobre ruedas y entran por la tubería para localizar atascos, así como de otro tipo de maquinaria que facilita realizar reparaciones sin necesidad de realizar obras de envergadura en la calle».

El objetivo que se marca el concejal de Servicios Públicos es completar en un año las acciones en los 14 puntos negros existentes en la red de alcantarillado de Vila-real, para acabar o minimizar al máximo el problema de inundaciones y salida de fecales cuando se dan lluvias torrenciales.

En cuanto a los puntos negros, estos se localizan de manera especial en las avenidas Alemanya e Itàlia, en lo que respecta a la parte alta del casco urbano; mientras que en la zona baja, los problemas se concentran en cruces de la avenida Francia, en paso subterráneo de la calle Borriana y en el camino Vell de Borriana.