Las expropiaciones de suelo de titularidad privada podrían condicionar los plazos de las obras de accesibilidad en el entorno de la estación de tren de Vila-real. Así lo explicó el concejal de Urbanismo, Emili Obiol, quien detalló que “es una de las cuestiones en las que están trabajando los técnicos del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), con el objetivo de que, finalmente, no supongan un impedimento”.

Y es que, el citado suelo es necesario para completar la urbanización de algunos viales que discurren paralelos al apeadero. No obstante, el concejal Obiol detalló que “no se cerrará el paso del Cedre hasta que no esté 100% operativa la conexión elevada”.

Precisamente, los operarios se encuentran trabajando en la infraestructura que conectará los dos lados de las vías sin necesidad de tener que atravesarlas por donde pasan los convoys cuando las barreras están bajadas.

El proyecto se encuentra en su segunda y última fase de construcción, con la colocación de la estructura metálica de la pasarela peatonal que permitirá conectar las calles Ana Nebot y la avenida Francia para los viandantes, así como el acceso al andén de la estación de una manera segura. “Los trabajos están muy avanzados y, según las conversaciones que hemos mantenido hasta el momento con los responsables de Adif, la culminación de la pasarela peatonal podría producirse a finales de julio”, señaló el edil.

MENOR IMPACTO // El paso metálico contará hasta con cuatro ascensores, garantizando de este modo la accesibilidad de la infraestructura para todas aquellas las personas con movilidad reducida. Además, permitirá el cruce de un lado a otro de la ciudad.

Para minimizar cualquier impacto visual y facilitar su mantenimiento futuro, cuyo diseño corresponde al propio Adif, el acabado será en color blanco a instancias del Ayuntamiento.

Cabe recordar que el puente mide 40 metros de longitud por tres de ancho y también conectarán con una zona de almacenes dentro del recinto de Renfe. H