Cualquier persona que recorra hoy en día las calles de Vila-real comprobará que algo ha cambiado. Y es que, las terrazas con mesas y sillas que los locales de restauración instalan en la vía pública cada vez son más.

Concretamente, este tipo de espacios lúdicos, que se reparten por la ciudad, han crecido un 72% en los últimos cuatro años, según los datos facilitados a Mediterráneo por la Concejalía de Economía, de forma que se ha pasado de las 100 licencias de marzo del 2011 a las 172 actuales.

Una tendencia que ha ido al alza de forma progresiva en los últimos ejercicios y, especialmente, coincidiendo con la entrada en vigor de la nueva ley antitabaco del 2011 que, de forma directa, prohibía fumar en cualquier espacio cerrado de uso público y tan solo lo permitía en lugares abiertos, lo que obligó a los restauradores --aunque en muchos casos, en principio a regañadientes-- a instalar sus terrazas.

“Vivimos en un país mediterráneo, en el que se hace mucha vida en la calle y los negocios de restauración han visto en la instalación de mesas y sillas en la vía pública una forma más de atraer a consumidores, algo que les permite seguir adelante con mayor solvencia, a pesar de la situación económica”, explica el concejal del área, Pasqual Batalla.

En este sentido, cabe destacar que también se ha incrementado el número de mesas, que ha pasado de 445 en el 2011 a un total de 704 hace menos de un mes, un aumento de cerca del 60%.

Para Batalla, a esta evolución también han contribuido las medidas impulsadas por el Ayuntamiento en materia de dinamización comercial. “Contamos con una ordenanza específica que regula el uso e instalación de terrazas y cada vez hay más hosteleros que apuestan por esta salida para complementar su negocio ya que también sirven, especialmente en las zonas comerciales, para dar más vida al entorno, lo que beneficia a otros sectores”, dice.

Así lo constatan también desde varios locales consultados por este rotativo, donde aseguran que “disponer de un área con mesas, sillas y calefactores en invierno atrae a más gente que, quizá de otra manera, no se pararía en el local y eso se acaba notando”.

Asimismo, señalan que “el cambio del mercado ha ayudado mucho. Ahora, tenemos más clientela y hay más movimiento en las calles”. Y otro restaurador, que acaba de abrir hace escasos dos meses un bar en la zona sur de Vila-real, resalta que “nuestro local, que proviene de un traspaso, ya tenía la terraza y es un gran aliciente porque nuestros clientes hacen más vida fuera que dentro de nuestras instalaciones”. H