El Ayuntamiento de Vila-real aplicará un control «máximo» para evitar la proliferación de paradas ilegales en el recinto de la Fira de Santa Caterina, evento que aprovechan vendedores no autorizados para «colarse» y ofrecer sus productos a los miles de visitantes de la cita que se celebrará el próximo domingo. Un total de 12 efectivos de la Policía Local se encargarán de vigilar que no se instalen estos puestos ilícitos y, a su vez, garantizar que la jornada transcurra sin incidentes.

REFUERZO // Unos agentes que contarán con el apoyo de los voluntarios de Protección Civil que, de manera especial, controlarán los accesos viarios y atenderán cualquier problema que pueda surgir durante la tradicional cita.

Así se determinó en la reunión presidida ayer por el concejal de Economía, Xavier Ochando, para dar forma al dispositivo especial previsto para esta muestra que, como cada año, extenderá puntos de venta a lo largo de 900 metros lineales de la Plaza Major, el Raval del Carme y las calles Hospital y Josep Ramon Batalla.

Además de los agentes de la Policía Local y de Protección Civil, tres operativos del departamento de Servicios Públicos estarán de guardia para dar respuesta a cualquier problema que surja y esté relacionado con el montaje y desmontaje de los puestos y con la logística de la feria, que contará con la presencia de 246 vendedores de toda España.