Si el arranque de las fiestas de la Mare de Déu de Gràcia está marcado por la fuerte devoción religiosa, el comienzo del fin de semana tiene entre sus momentos más multitudinarios el concurso de paellas. La cita del mediodía de ayer, convocada por la Comissió de Penyes, reunió a unas 2.000 personas, pertenecientes a cerca de un centenar de colectivos, de los que 39 presentaron su especialidad al certamen.

El presidente del grupo organizador, David García, destacó que el evento «es un elemento ya consolidado» y se mantuvo en la línea de los años anteriores. «Para mucha gente se ha convertido en algo ineludible de estas fechas».

Una vez más, el marco de todo este festín gastronómico fue la avenida de la Murà. Desde las 8.00 horas, los encargados de los preparativos dispusieron todos los elementos, mientras que los cocinillas y comensales empezaron a aparecer sobre el mediodía. Uno de los aspectos cruciales fue el veredicto del jurado, compuesto por integrantes de Caixa Rural, gente del mundo festivo local y la reina, Cristina Pesudo.

GALARDONES

Los catadores elevaron como máximos vencedores a la Penya Tramull. El segundo premio correspondió a La Fusta, El podio quedó completado por Els Pitufos. García recordó que los platos a concurso «cuentan con los ingredientes de la receta tradicional». Eso sí, aunque la elaboración suele hacerse en el típico recipiente redondo, hubo quien se marcó todo un toque de originalidad, como el grupo de No Problem, que causó sensación entre los asistentes con una paella de tamaño rectangular.

Entre las novedades de esta edición, el presidente de la Comissió de Penyes explicó «la zona de animación del Villarreal CF, dedicada especialmente a los más pequeños, con pintacaras, un futbolín o juegos de puntería». Y es que esta celebración tiene la virtud de reunir en la misma mesa a gente de todas las edades.