La plaza del Pastoret se convirtió ayer en el epicentro de la una jornada en la que la música y los espectáculos tomaron forma en el marco de la celebración del Dia Internacional de la Joventut. Una iniciativa en la que participó un destacado número de vecinos, especialmente niños y jóvenes, y que refuerza el papel del paraje del Termet como escenario natural para la realización de actividades de diferentes disciplinas.

De hecho, la piscina de verano volvió a colgar casi el cartel de completo, como viene ocurriendo cada fin de semana, situándose como uno de los atractivos de este entorno natural, máxime teniendo en cuenta el reducido precio de acceso y la fácil conexión entre el casco urbano y este espacio, a través del servicio de autobús que, además, es gratuito.

Con todo, la actividad central del día de ayer giró en torno al Dia Internacional de la Joventut, que Naciones Unidas instauró en 1999 cada 12 de agosto.

La concejala del área, Gemma Gil, recordó que el objetivo de esta fiesta es promover una mayor toma de conciencia sobre los derechos de los jóvenes, su participación activa en las decisiones y en el conjunto de la sociedad así como fomentar su papel en el diseño de las políticas en temas prioritarios como la ocupación, la educación, la salud o los derechos universales básicos.

En esta ocasión, la música centró la programación, de manera que poco después de las 18.00 horas tuvo lugar el primer concierto, con escenificaciones teatrales incluidas, a cargo de Marcel el Marcià y dirigido a un público infantil. Posteriormente, tomaron el relevo los valencianos de Fulla Kaduka, este más orientado a los adolescentes y jóvenes.

La concejala Gil agradeció la implicación de Radio Espai Jove y la asociación Otakuonda en la organización del evento; y recalcó la «importancia de visibilizar el papel de los jóvenes e impulsar su participación social».