La nueva plaza junto al Mercado Central, que resultará del derribo de los antiguos juzgados, incorporará una zona techada a modo de pérgola, con un pequeño jardín y un banco de piedra con el objetivo de configurar un área de sombra que favorezca el descanso y el bienestar en los días de calor.

El alcalde de Vila-real, José Benlloch, el edil de Territorio, Emilio M. Obiol, y el primer teniente de alcalde, Pasqual Batalla, han visitado esta semana las obras de demolición y han conocido de primera mano los detalles de un proyecto que configurará “un espacio abierto en pleno centro urbano, poniendo en valor el entorno y dinamizando la zona y sus comercios”, señaló el munícipe.

Aunque el proyecto inicial contemplaba el diseño de una plaza completamente abierta, finalmente el desarrollo de las obras ha derivado en el diseño de una zona de sombra. Además, se ha mejorado la conexión de la plaza con el Mercado, que estará también comunicado con el aparcamiento subterráneo. Además, está previsto reutilizar los materiales como farolas o papeleras, existentes en la zona antes del inicio de las obras. El objetivo es que el nuevo espacio esté listo a principios de septiembre, cuando la imagen de la Mare de Déu de Gràcia pase junto a la plaza en su regreso a la ciudad para la celebración de las fiestas. H