El alcalde de Vila-real, José Benlloch, anunció ayer un nuevo “mazazo” en forma de sentencia urbanística, confirmada por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJ), que supondrá al Ayuntamiento tener que pagar en torno al millón de euros --casi 800.000 más los intereses--, después de que los técnicos municipales hayan concluido la valoración de una parcela de unos 2.900 m2, junto al colegio José Soriano, el último construido en el municipio, que se inició durante la última legislatura del PP en el ejecutivo local y que inauguró el socialista Benlloch en enero del 2012, medio año después de asumir la alcaldía.

“EMPASTRES” // El munícipe asegura que este millón de euros al que tendrá que hacer frente el consistorio, como consecuencia de “un empastre más del urbanismo realizado por el PP, especialmente en su última legislatura”, se suma a los 15 abonados en los últimos cinco años por convenios, ocupaciones o expropiaciones auspiciadas por el gobierno popular. Benlloch explica que el consistorio, liderado por el entonces alcalde Juan José Rubert, “se quedó con este solar en el 2010 y lo inscribió a nombre de la ciudad en el Registro de la Propiedad, por si se necesitaba para ampliar el centro, pero sin pagar un euro a los dueños, que decidieron reclamar en el 2013 el dinero ante la justicia, que les ha dado la razón”. Y descarta acudir al Tribunal Supremo, “porque el fallo judicial es lógico y claro”.

Como consecuencia del goteo de sentencias contrarias al Ayuntamiento, a causa de litigios originados por la ocupación o expropiación de terrenos, fundamentalmente en el periodo 2007-2011, el alcalde no descarta la posibilidad de incrementar ligeramente algún impuesto, básicamente el de bienes inmuebles (IBI). Al respecto, indica que están en un momento de “debate sereno en el seno del equipo de gobierno” para ver si hacen “un pequeño retoque, especialmente en materia de basuras y para hacer frente a los sobrecostes en la gestión de los residuos”, por los que pagarán “450.000 euros más que el paso año” y que no han “repercutido en los vecinos”.

Y recuerda que en cinco años han “congelado, e incluso bajado, el IBI”. Aun así, la decisión sobre si se incrementa el impuesto se sabrá en “septiembre u octubre”.

E insiste en que, “por desgracia, esta no será la última sentencia por los empastres del PP y aún llegarán algunas más”. H