Lamentablemente, el alzhéimer se extiende sin freno en la sociedad. Aún no existe cura pero tampoco se contagia. Es una enfermedad que degenera el cerebro, difumina los recuerdos de las personas que lo padecen y el también el alma de sus familias.

Pese a ello, colectivos como la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer y otras demencias de Castellón ayudan a mejorar la calidad de vida de estas personas y tienden su hombro a los acompañantes de esta dura travesía vital.

Y con motivo del día mundial de esta afección, el centro de día Molí la Vila acogió ayer una nueva edición de sus olimpiadas por la memoria. Una cita que congregó a un gran número de usuarios, a sus familiares, autoridades, trabajadores y muchos amigos que no quisieron perderse el evento, en el que no faltaron actividades físicas y de psicomotricidad, gnosias o un divertido taller de karaoke. Una jornada que finalizó con una multitudinaria paella.

El presidente de la delegación local de AFA, Santiago Pesudo, agradeció la implicación de familias y autoridades en el apoyo a la entidad y el centro de día. H