Una decena de agentes de la Policía Local de Vila-real integra el operativo que se ha puesto en marcha para evitar el robo de naranjas, en especial, de la variedad clemenules, la más demandada en esta época y en la que ahora se centran la mayor parte de las labores de recolección.

Un operativo que arrancó el martes y se mantendrá hasta el próximo 21 de diciembre, si bien desde la Policía Local aseguran que la vigilancia se efectúa durante toda la campaña por parte del los agentes del grupo Rural.

En cualquier caso, el intendente Ramón Martínez explica que los policías rurales son los que se encargan de realizar los controles in situ, en los huertos en los que los collidors recogen la fruta, mientras que los integrantes de la Unidad de Respuesta Policial (URP) son quienes realizan la inspección de los vehículos que pudieran transportar naranjas por los diferentes caminos del término municipal vila-realense.

Martínez reitera la importancia de la colaboración ciudadana en la localización de personas que recogen naranjas sin autorización de los propietarios de los huertos. “El término municipal es muy grande y por ello es fundamental que cualquier persona que vea alguna cosa que pueda ser sospechosa avise a la Policía Local para que se pueda actuar con mayor eficiencia”, explica el intendente de la Policía Local.

Por el momento, y solo en los dos primeros días de controles, la campaña únicamente se ha saldado con infracciones de tipo administrativo en vehículos y sin detectarse naranjas robadas. H