Los portavoces del PP y de Ciudadanos (Cs) en el Ayuntamiento de Vila-real, Héctor Folgado y Domingo Vicent, han salido al paso de la decisión del ejecutivo local liderado por el socialista José Benlloch de solicitar a la Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio la paralización de la caducidad del concierto previo del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), ante la posibilidad de retomar el proceso, aunque con cambios sustanciales respecto a los planteamientos marcados por los populares en el 2009, con una ciudad para 100.000 habitantes, que significaron el rechazo frontal al documento por parte de la Conselleria, entonces encabezada por la líder popular Isabel Bonig.

Con todo, Folgado asegura que es Benlloch y su ejecutivo quienes «bloquearon» la tramitación del concierto previo elaborado por el PP. «Hacer un nuevo plan general no era un capricho del Partido Popular, sino que era una necesidad para Vila-real. Es imprescindible sustituir el PGOU que hicieron los socialistas en 1993 y que todavía hoy continúa arruinando a la ciudad», explicó Folgado, quien añadió que al alcalde «su estrategia se le ha ido de las manos y está haciendo demasiado daño al municipio».

Por su parte, Vicent afirmó que «no tiene demasiado sentido recuperar un concierto previo que resulta optimista, perjudicial y desmesurado para la ciudad, que podría haber acabado, entre otras cosas, con la economía secundaria que supone para muchos vecinos la naranja, por las expectativas urbanísticas de los múltiples terrenos que reclasificaba».

Aun así, el líder local de Cs acusa al ejecutivo de Benlloch de «preferir mantenerse pasivo para sacar rédito político de las sentencias de carácter urbanístico y lastrar, como consecuencia, las cuentas municipales».