LA UNIDAD de Prevención Comunitaria (UPC) y el centro Lluís Alcanyís, que dependen de la Concejalía de Servicios Sociales que dirige la edila Mònica Àlvaro, han puesto en marcha en los colegios e institutos de Vila-real un programa de prevención para evitar el consumo de tabaco entre los jóvenes que cursan el último año de Primaria y el primero de la ESO. La iniciativa, dirigida a estudiantes de 10 a 12 años, es llevada a cabo por técnicos municipales expertos en conductas adictivas para “convencer a los estudiantes de que no vale la pena probar un cigarrillo, ya que, con la nicotina no es posible controlar lo que se fuma”, afirma el psicólogo José Gisbert. RD