Hartos. Así aseguran estar numerosos vecinos ante el repunte en la colocación de pegatinas de cerrajeros o fontaneros 24 horas en farolas y espacios públicos, pero, en especial, en elementos privativos de las fincas de viviendas y casas unifamiliares, como son las mismas puertas, los buzones habilitados en la entrada de los edificios, en las bajantes de aguas pluviales o, incluso, en las tuberías del gas-ciudad o los tubos por los que discurre el cableado eléctrico y telefónico.

Y así lo están haciendo constar, fundamentalmente, a través de la redes sociales, desde las que denuncian el incremento de este tipo de actividad ilícita en el municipio en las últimas semanas.

En cualquier caso, desde los cuerpos de seguridad aconsejan al vecindario no hacer uso de estos servicios que se publicitan con la única indicación de un número de teléfono, con el objetivo de garantizar la seguridad y evitar futuros robos en viviendas.

IN SITU

De todas formas, los responsables de la Policía Local de Vila-real insisten en la «dificultad» de actuar contra este tipo de publicidad «si los agentes no pillan in situ a quienes adhieren las pegatinas, tanto en mobiliario público como en elementos privados ubicados en la calle».

Un problema que estriba en que «lo único que aparece es un contacto telefónico y, por tanto, se complica la investigación». Y es que, al tratarse de una falta administrativa y no de un delito, el derecho a la protección de los datos personales prevalece sobre las acciones para localizar al propietario de la línea móvil.

Es por ello que la Policía Local insta a los ciudadanos que adviertan de este tipo de acciones a que «avisen de inmediato, indicando a los agentes el lugar en el que han visto al individuo o individuos pegando las publicidades, porque es la única forma de denunciar al autor del hecho».

Y recuerdan que la ordenanza de convivencia ciudadana prohíbe expresamente estas prácticas y estipula sanciones para quienes las realizan de un mínimo de 200 y un máximo de 400 euros.