La corporación municipal de Vila-real, en el marco del pleno extraordinario celebrado en la mañana de ayer, aprobó desestimar los recursos planteados por tres propietarios de terrenos en la manzana anexa al centro de alzhéimer, respecto al proyecto de reparcelación de la misma, pendiente desde hace seis años, cuando se iniciaron y completaron los trabajos de apertura de la calle Constitució. Unas obras que financió la Generalitat con 814.000 euros y que arrancó con el anterior ejecutivo local del PP, aunque finalizaron con el socialista José Benlloch en la alcaldía.

Un proceso que concluye y que, como explicó el edil de Territorio, Emilio Obiol, «permitirá que cada uno de los propietarios afectado sepa definitivamente cuál es la parcela que le corresponde, de manera que se les puede solicitar el vallado y la limpieza de los solares que en la actualidad son auténticos bosques de cañas, arbustos y malas hierbas».