Las sentencias judiciales fruto de la gestión urbanística del periodo 2007-2011, con el PP al frente del ejecutivo local, se han convertido en la espada de Damocles del Ayuntamiento de Vila-real.

El alcalde, José Benlloch, anunció en el pleno ordinario del mes de mayo, celebrado en la tarde de ayer, la llegada de otra sentencia, esta vez del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 de Castellón, en la que se da la razón a los propietarios de una de las parcelas --esta de 1.940 m2-- ocupada por el consistorio en julio del 2010 para ejecutar el proyecto de apertura y urbanización de la avenida França, en el tramo comprendido entre las avenidas Mediterrani y Grècia.

Según la estimación realizada a priori por los técnicos municipales, y teniendo como base los precios de los terrenos en el momento en el que se ocuparon, el caso podría suponer un nuevo desembolso para las arcas locales de unos 870.000 euros que, sumados los intereses, podría elevarse hasta el millón de euros.

MÁS PROPIETARIOS // Todo indica que el Ayuntamiento recurrirá esta primera sentencia por la apertura de la avenida França. Aun así, desde el ejecutivo liderado por Benlloch, advierten de que llegarán otras, “porque todos los dueños afectados han presentado demandas, lo que supone que irán goteando más fallos judiciales relativos a los solares que se ocuparon en el 2010 y que afectaron a una superficie de 10.500 m2; de ahí que el impacto para el consistorio puede superar los cinco millones de euros”.

El munícipe realizó el anuncio en pleno debate del plan económico y financiero, que ha elaborado el personal del consistorio para los años 2016 y 2017, con el objetivo de regresar a la senda de la estabilidad presupuestaria de la que el Ayuntamiento salió en el 2014 y 2015. Un plan que lleva acarreado un incremento del 9,5% en el impuesto de bienes inmuebles (IBI) de naturaleza urbana del 2017, con el que se prevé recaudar los 1,8 millones necesarios para equilibrar las cuentas.

Tanto Benlloch como el edil de Hacienda, Francisco Valverde, defendieron la necesidad de aprobar el plan --que PSPV y Compromís sacaron adelante en solitario-- para revertir el incumplimiento de la estabilidad, “causado, básicamente, por los gastos extraordinarios derivados de procedimientos de gestión urbanística ejecutados por el equipo de gobierno popular hasta el 2011”.

SIN TASA DE BASURAS // Valverde aseguró que, pese al aumento, “Vila-real seguirá siendo una de las ciudades de más de 20.000 habitantes de la provincia con el IBI más bajo”. Y Benlloch recordó: “Aquí no tenemos tasa de basuras ni de alcantarillado, como sí que hay en muchos municipios”.

Por su parte, el portavoz del PP, Héctor Folgado, aseguró: “El descontrol en el gasto y la irresponsabilidad del alcalde hace que ahora todos paguemos a escote esta mala gestión. Benlloch nos pasa una derrama por haber gastado a manos llenas”.

Domingo Vicent (Ciudadanos) insistió en que el plan económico y financiero debería haberse aprobado ya el pasado año. Por su parte, Pasqual Batalla (Compromís) recordó en que el ejecutivo local “ha congelado e, incluso, bajado el IBI desde el 2011”. H