A primera hora, para que las altas temperaturas no hagan mella, es el momento en el que se reúnen los participantes de una nueva edición de las sesiones de taichí en el Termet de Vila-real.

Siguiendo las indicaciones del maestro en artes marciales Rubén Solera, decenas de ciudadanos se dejan llevar para conseguir una simbiosis entre el cuerpo y espíritu que sirve para relajarse, combatir el estrés y, en definitiva, mejorar la salud.

La propuesta, totalmente gratuita, forma parte de la programación del ciclo Estiu al Termet, con el patrocinio del Servei Municipal d’Esports (SME), aprovechando un espacio tan emblemático que permite practicar los deportes al aire libre, con gran éxito cada año que se oferta.

Estas citas con el bienestar tienen lugar los martes y los jueves, de 9.30 a 10.30 horas, en el pinar del paraje natural vila-realense, durante el mes de julio y con finalización el 31 de agosto.

El taichí es perfecto para mantenerse en forma y, además, equilibrar el físico y la mente, de una manera pausada y, en este caso, en un entorno que invita a ello.

Objetivo, una mejor vida

En la promoción para formar parte de esta práctica milenaria, los alicientes que proponen son muy atractivos para alcanzar una vida saludable: aprender a respirar, conocer estiramientos fundamentales para la salud, combatir el estrés, aprender a relajarse, prolongar la salud, fortalecer los distintos órganos y dar impulso a la energía vital.

«Concretamente, las sesiones son de Taichi Chuan, que es una introducción a los principios de la medicina tradicional china, para adquirir y mover la energía --el Chi-- a través de los árboles, plantas o la tierra. Por ello, el Termet es un sitio ideal para conseguir lo que nos proponemos», destaca Solera, también campeón en artes marciales como el Kung-Fu, del que imparte clases desde el año 2006 en la localidad.

Adentrarse en los encuentros es, como define, «despertar del bucle rutinario». Por eso, invita a quien quiera a probar estas actividades. «Es una forma de comprendernos a nosotros mismos y a la vida», indica.

Al respecto, pone como ejemplo que entre sus alumnos hay personas con un «estado emocional tocado» por problemas familiares o laborales. «Consiguen, así, durante un rato, desconectar y combatir el estrés y la ansiedad, relajando la mente, sintiendo lo que nos envuelve», según apunta Solera.

Todo el cuerpo se absorbe de esta tradición china. «Hacemos estiramientos meridianos de pulmones, riñones, hígado, corazón, bazo y páncreas, reforzando la respiración abdominal», detalla el maestro.

No hay limitación de edad para hacer taichí y un escenario como el Termet es el marco ideal para explotar este arte, abrazar los árboles y liberar los chacras que crean malestar.