Representantes de la Asociación de Vendedores Ambulantes de Vila-real mantuvieron ayer una nueva reunión con responsables municipales para perfilar los últimos detalles del futuro traslado del mercado, que ahora se instala cada miércoles y sábado en la entrada sur a la ciudad, al entorno peatonal del casco urbano.

En el encuentro de ayer, en el que participó el concejal de Fomento Económico, Pasqual Batalla, los ambulantes le trasladaron de nuevo su exigencia de que no se instalen paradas en la calle Església, puesto que consideran que no es un vial “adecuado”.

Según explicó a Mediterráneo el presidente de los vendedores, Ignacio Centelles, “se están sentando las bases para el traslado, después de que los compañeros hayan manifestado su postura favorable al mismo, en cuanto el Ayuntamiento decidió reubicar parte de los puestos en el Raval del Carme, mucho más cerca de la zona destinada a la fruta y la verdura, en Cardenal Tarancón”.

Por otra parte, Centelles señaló que el consistorio “premiará de alguna manera a los ambulantes que han aguantado estoicamente en el mercadillo de los miércoles, que son poco más de 80 y que se mantendrán sin incrementarse”.

Precisamente, los miércoles no será necesario ocupar el Raval del Carme, que solo se utilizará para las paradas de los sábados. H